- El puesto de control mexicano, implantado el martes por la mañana, pretende reducir los tiempos de espera en la frontera, según las autoridades.
La mañana del martes, conductores de Tijuana que se dirigían a Estados Unidos gritaban, se indignaban y hacían gestos con el pulgar hacia abajo cuando pasaban por un tope de velocidad instalado como parte de un nuevo punto de revisión en el lado mexicano de la garita de San Ysidro.
Dicho filtro —a pocos metros de la línea divisoria en la garita de San Ysidro— provocó un caos de tráfico en su primer día de funcionamiento.
Los conductores de la SENTRI, que normalmente pasan más rápido que otros viajeros en la frontera, informaron que esperaron cerca de dos horas para poder cruzar hacia San Diego.
“No funciona”, gritó una mujer en un Nissan negro mientras pasaba por el puesto de control. “Hay demasiado tráfico”.
La semana pasada, las autoridades mexicanas dijeron que el nuevo punto de revisión permitiría a los funcionarios de inmigración mexicanos comprobar que los viajeros que se dirigen al norte tengan los documentos adecuados para cruzar antes de que lleguen a la garita operada por elementos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Desde hace más de un año que los agentes de la CBP realizan esa tarea, es decir, verificar los documentos de los conductores antes de que se acerquen a las casetas de inspección como forma de evitar que los solicitantes de asilo crucen en carro a suelo estadounidense.
Los funcionarios mexicanos dijeron que esperan que, si ellos mismos se encargan del punto de inspección inicial de documentos, los agentes de la CBP podrán abrir más casetas y reducir los tiempos de espera en general para los viajeros autorizados.
El martes, al menos 15 agentes mexicanos, entre los que se encontraban elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), la Guardia Nacional, la policía de Tijuana y la policía del estado de Baja California, se encontraban junto al nuevo punto de revisión. A temprana hora, incluso algunos de ellos tomaban café mientras los vehículos pasaban.
Un agente de la policía de Tijuana detuvo ocasionalmente el tráfico para permitir el paso de las motocicletas.
En ningún momento se observó a oficiales solicitar documentos a los viajeros en el lado mexicano, según un recorrido en la zona.
A las 10 de la mañana el tráfico aún no se había recuperado.