A casi un año del asesinato del ex regidor de Ensenada, Cristian Vázquez González, cometido en pleno día y en un espacio público del municipio de Tecate, la administración del ex alcalde Darío Benítez acumuló señalamientos por la falta de control sobre la creciente violencia que marcó su gestión. El caso de Vázquez no fue un hecho aislado, sino parte de una secuencia alarmante de ataques contra funcionarios públicos bajo su mandato, que dejó un saldo de al menos cuatro asesinatos, entre ellos dos asesores y dos mandos policiales.
Cristian Vázquez, quien se desempeñaba como asesor del Ayuntamiento de Tecate, fue ultimado el 27 de mayo de 2024 dentro de una unidad deportiva del llamado “Pueblo Mágico”. Su muerte generó consternación, pero también muchas preguntas. ¿Cómo es posible que un funcionario municipal haya sido asesinado a plena luz del día en un espacio público sin que existieran medidas preventivas ni resultados inmediatos?
La respuesta de las autoridades ha sido lenta y opaca. Fue hasta el 2 de noviembre de 2024, más de cinco meses después del crimen, que se anunció la detención de uno de los presuntos responsables: Néstor N., alias “El Parque”. El fiscal especializado en delitos contra la vida, Miguel Ángel Gaxiola Rodríguez, informó que se han judicializado cuatro órdenes de aprehensión, pero sólo uno de los implicados está tras las rejas.
“Lo que nos lleva a la investigación es un grupo criminal que opera en la ciudad de Tecate. Hasta ahorita no tenemos un dato de quién pudo haberlo mandado a ejecutar”, reconoció el fiscal, dejando entrever que, a pesar del tiempo transcurrido, no se ha podido esclarecer el móvil ni identificar a los autores intelectuales del crimen.
La falta de resultados concretos y la tibieza en el combate al crimen organizado han despertado críticas contra el gobierno municipal y estatal. En lugar de respuestas, las familias de los funcionarios asesinados han optado por la memoria y la denuncia pública. En este contexto, fue creada una fundación en honor a Cristian Vázquez, con el objetivo de exigir justicia y visibilizar los riesgos que enfrentan los servidores públicos en Tecate.
El caso de Vázquez se suma a una lista trágica de funcionarios caídos durante la administración de Benítez.
Aunque la autoridad ha intentado minimizar las implicaciones políticas y de seguridad, la realidad es innegable: dos asesores y dos comandantes perdieron la vida en circunstancias violentas durante su mandato. A pesar de la gravedad de los hechos, no se ha implementado una estrategia de protección integral para los servidores públicos ni se ha transparentado el estado de las investigaciones restantes.
Mientras las autoridades locales y estatales ensayan discursos de contención, los hechos siguen acumulándose en los expedientes. La violencia, lejos de ser una excepción, se ha convertido en el telón de fondo de una administración marcada por el silencio, la omisión y la sangre.
