Desde que fueron creadas las universidades uno de sus objetivos no ha sido solo formar profesionistas con alto valor humanista e integral, que sepa dar soluciones a los problemas actuales de su entorno y contribuir al desarrollo de la sociedad, comunidad o país, sino también se ha enfocado a ofrecer sus servicios a la sociedad de forma que, todos, puedan tener acceso a la justicia, a la salud, al arte, al conocimiento y a la educación.
Hoy en día, las Universidades en su mayoría cumplen con ello a través de Servicio social o prácticas profesionales que deben realizar los estudiantes, así como algunas facultades con programas temporales como las brigadas de salud o asesorías legales. En algunos casos esa ayuda es de forma permanente a través de laboratorios donde se pueden hacer estudios, bufetes jurídicos, talleres permanentes o incluso consultorios para atender casos psicológicos, todo ello a cargo de expertos en el tema, egresados en este caso de la Universidad Autónoma de Baja California.
Hablando en su caso, en específico, llegó a mí un correo de una madre soltera (la cual por obvias razones omitiré su nombre) en la que dice ser madre soltera de dos niños, un bebé de un año y una niña de seis años, al que su padre no cumple con las obligaciones alimentarias.
Comenta que se encuentra desesperada, en una situación difícil, como muchas otras madres solteras que viven semejantes circunstancias día a día, con dos hijos menores de edad a cuestas y los gastos que ello conlleva, sin embargo, no se ha quedado de brazos cruzados pues acaba de conseguir trabajo, pero sin el apoyo de la pensión del padre de sus hijos se vuelve complicado pues debe pagar los gastos de guardería del bebé y a su hija debe dejarla con una vecina mientras ella va a trabajar.
Menciona que ha buscado ayuda legal, de manera gratuita por supuesto, sin embargo los defensores de oficio del Estado están muy saturados de trabajo. Hace días una compañera le comentó que en el Bufete de la Facultad de Derecho Tijuana de la UABC le ayudaron con un asunto hace tres años y no pagó nada por lo que acudió al Bufete ubicado en Calzada Universidad 14428 Parque Industrial Internacional de esta ciudad, pero para sorpresa suya encontró las puertas cerradas por lo que preguntó en la Dirección de la Facultad de Derecho y le comentaron que ya no había Bufete.
Es entendible que en estos tiempos de pandemia, tiempos que no son normales desde marzo del 2020, se hayan tomado precauciones y cuidados al principio para evitar contagios, sin embargo conforme fue avanzando el tiempo y disminuyendo los casos y de acuerdo al semáforo epidemiológico, las instituciones fueron retomando actividades sobre todo las instituciones educativas quienes, en estos momentos, deberían poner mayor énfasis en la atención a la ciudadanía ya que muchos quedaron sin trabajo, viven violencia intrafamiliar o sucede que hay madres solteras a las que se les debe atender y resolver su situación a la brevedad posible, por lo que no es concebible que en estos tiempos, cuando más se necesita manifestar el compromiso social a en la formación de conciencias solidarias y altruistas a través del apoyo de las Universidades, sucedan este tipo de situaciones, que de alguna manera nos hacemos participes del estado de indefensión jurídica y de indiferencia social, por ello apelo a las Autoridades Universitarias a que intervenga para reactivar de forma eficaz el apoyo indispensable a la parte más vulnerable de nuestra comunidad y contribuir fehacientemente en dar la atención para que los ciudadanos tengan acceso a un servicio social especializado, en este caso, al Bufete Jurídico de la UABC y así pueda cumplir con su visión hacía el 2030 en la que señala:
“En 2030, la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) es ampliamente reconocida en los ámbitos nacional e internacional por ser una institución socialmente responsable que contribuye, con oportunidad, equidad, pertinencia y los mejores estándares de calidad, a incrementar el nivel de desarrollo humano de la sociedad bajacaliforniana y del país, así como a la generación, aplicación innovadora y transferencia del conocimiento, y a la promoción de la ciencia, la cultura y el arte”.
Por último, la mamá soltera solicita a toda la sociedad y a los lectores, “su apoyo para que si alguien conoce alguna oficina de abogados que me ayuden porque no tengo recursos”. Por lo que a nombre de ella y de la sociedad en general, hacemos un atento llamado a las autoridades competentes para resolver este asunto a la brevedad posible.