La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el Gobierno de México solicita a Estados Unidos el uso de drones y aeronaves no tripuladas para realizar investigaciones contra la delincuencia organizada, cuando el Gabinete de Seguridad carece del equipo necesario.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria explicó que el reciente sobrevuelo de un dron estadounidense en Valle de Bravo y Tejupilco, Estado de México, se realizó a petición expresa del gobierno mexicano, en el marco de la colaboración bilateral en materia de seguridad.
“Se hace la solicitud dentro de los marcos de colaboración, para que haya un vuelo de los Estados Unidos en la zona específica requerida, con supervisión permanente del Gobierno de México y respetando la soberanía nacional”, indicó.
El operativo tuvo como objetivo una investigación especial sobre líderes de La Nueva Familia Michoacana (LNFM), grupo señalado por actividades de extorsión y tráfico de drogas. En abril, el presidente estadounidense Donald Trump designó a esta organización —junto con otros siete cárteles— como grupo terrorista, atribuyéndole violencia y tráfico de estupefacientes hacia territorio norteamericano.
No es la primera vez
Sheinbaum puntualizó que este tipo de cooperación no es nueva, pues en años anteriores se han solicitado aeronaves estadounidenses, principalmente a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), aunque aclaró que en este caso la solicitud no estuvo relacionada con temas migratorios, sino con seguridad y crimen organizado.
Según la presidenta, las condiciones para estos operativos incluyen limitación geográfica estricta, acceso en tiempo real a las imágenes por parte de autoridades mexicanas, y la prohibición de usar la información con fines distintos a la investigación aprobada.
La operación en el sur del Estado de México se desarrolló en una zona de influencia de la LNFM, considerada un bastión criminal y uno de los principales generadores de violencia en la región.
