- Funcionarios de Tecate podrían ser inhabilitados hasta por diez años.
En un acto que marca un nuevo capítulo en el combate a la corrupción dentro del gobierno local, la Síndica Procuradora del XXV Ayuntamiento de Tecate, Sarahí Osuna Arce, presentó ante el Tribunal Estatal de Justicia Administrativa expedientes por presuntas faltas administrativas graves cometidas por servidores públicos municipales.
La documentación fue entregada a la Sala Especializada en Materia de Responsabilidades Administrativas y Combate a la Corrupción, luego de que la Sindicatura Municipal realizara diligencias e investigaciones que arrojaron elementos suficientes para acreditar conductas sancionables conforme al artículo 57 de la Ley de Responsabilidades Administrativas de Baja California.
Dicho artículo establece sanciones que van desde multas económicas hasta la inhabilitación para ocupar cargos públicos por un periodo de hasta 10 años, en casos donde se compruebe una violación grave a los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad o eficiencia en el desempeño de funciones públicas.
Aunque la Síndica no precisó públicamente los nombres de las personas involucradas ni los detalles de los casos bajo investigación —presumiblemente por respeto al debido proceso—, enfatizó la seriedad de las irregularidades detectadas y reafirmó su postura de “cero tolerancia a la corrupción”.
«Este es un paso firme en favor de la rendición de cuentas. No se permitirá que el servicio público se utilice para fines personales ni se tolerarán desviaciones de la ley. La ciudadanía exige resultados, y esta Sindicatura está comprometida con entregarlos», declaró Osuna Arce.
El hecho no solo evidencia una intención institucional por sanear las prácticas dentro del Ayuntamiento, sino que también podría derivar en procesos jurídicos de alto impacto, dependiendo de cómo avance la causa dentro del Tribunal.
Analistas locales consideran que esta acción también pone a prueba la capacidad del sistema anticorrupción del estado, en un momento donde la desconfianza ciudadana hacia las instituciones sigue siendo un desafío constante.
Con esta decisión, la Síndica Municipal no solo cumple su deber como órgano de control interno, sino que envía un mensaje claro al interior del gobierno tecatense: la vigilancia y la consecuencia están en marcha.
