La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) emitió una alerta sanitaria tras identificar niveles bajos de cesio-137 (Cs-137), un isótopo radioactivo, en camarones congelados importados de Indonesia y comercializados bajo la marca Great Value en tiendas Walmart de 13 estados del país. Aunque los niveles detectados no representan un riesgo inmediato, la exposición prolongada al Cs-137 puede aumentar el riesgo de cáncer, según advierte la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Productos afectados y retiro
Los lotes implicados —8005540-1, 8005538-1 y 8005539-1— tienen fecha de caducidad del 15 de marzo de 2027 y fueron distribuidos en Alabama, Arkansas, Florida, Georgia, Kentucky, Luisiana, Missouri, Mississippi, Ohio, Oklahoma, Pensilvania, Texas y West Virginia. La contaminación se detectó en un cargamento con un nivel de 68 becquereles por kilogramo.
La FDA recomienda a los consumidores desechar de inmediato cualquier producto de estos lotes y evitar su consumo. Asimismo, instruyó a distribuidores y minoristas a retirar los camarones de sus estanterías y abstenerse de venderlos o servirlos.
Medidas y vigilancia
Como parte de las acciones preventivas, PT. Bahari Makmur Sejati, la empresa procesadora indonesia, fue colocada en alerta de importaciones, suspendiendo la entrada de sus productos hasta que se resuelvan las condiciones que pudieron ocasionar la contaminación. La FDA colabora con aduanas y autoridades indonesias para garantizar que no se introduzcan más camarones contaminados al país.
Recomendaciones a la población
Los consumidores deben revisar sus hogares y desechar cualquier camarón afectado. En caso de sospecha de exposición a niveles elevados de cesio, se recomienda acudir a un médico para recibir orientación adecuada.
Este incidente evidencia la vulnerabilidad de la cadena de suministro global de alimentos y la necesidad de controles más estrictos en la importación de productos perecederos. Aunque el riesgo inmediato es bajo, la presencia de isótopos radioactivos en alimentos de consumo masivo genera alarma pública y cuestiona los protocolos de supervisión de productos importados. La vigilancia constante y la transparencia en la información son esenciales para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud de los consumidores.
Esta alerta subraya la importancia de reforzar la cooperación internacional y los estándares de calidad, asegurando que incidentes similares no comprometan la confianza del público ni la integridad de los alimentos disponibles en el mercado.