El gobierno de Baja California ha reforzado los mecanismos de supervisión del programa “Pancita Llena, Corazón Contento”, que proporciona desayunos nutritivos a estudiantes de primaria en zonas vulnerables, luego de que cerca de 200 niños resultaran intoxicados por consumir tinga de pollo en mal estado en diversas escuelas de Tijuana.
Las autoridades detallaron que los ajustes buscan garantizar la seguridad alimentaria, cumpliendo con los estándares de higiene en todas las etapas: adquisición, preparación y distribución de los alimentos. Este seguimiento más estricto pretende evitar irregularidades y proteger la salud de los estudiantes.
El programa cubre actualmente a 337 mil alumnos, alcanzando una cobertura del 100 % de las escuelas primarias públicas del estado, y es considerado un componente clave para el bienestar y la nutrición de la niñez bajacaliforniana.
Con estas medidas, la administración estatal busca recuperar la confianza de padres y docentes, asegurando que los recursos lleguen con calidad, transparencia y seguridad a quienes más los necesitan.