- En México, las industrias intensivas en derechos de propiedad intelectual aportaron casi la mitad de la economía nacional, de acuerdo con el IP Key LA Impact Study México (2020) y representaron en 2019 el 47.8 % del PIB, equivalente a 24.2 billones de pesos, generando el 33.6 % del empleo, unos 17.6 millones de puestos de trabajo.
Héctor Uraga Peralta, Presidente del Consejo de Desarrollo Económico de Ensenada, informó que el impacto se refleja también en Baja California, donde la innovación ha fortalecido industrias clave como la vitivinicultura, la cerveza artesanal, la agroindustria y la biotecnología.
Destacó que en 2024, la producción de vid en la zona costa generó una derrama económica de más de 843 millones de pesos, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), mientras el crecimiento del sector cervecero —impulsado por el Ensenada Beer Fest— ha posicionado a la región como un referente nacional.
Sin embargo, Uraga aclaró que los registros de propiedad intelectual siguen siendo bajos, pues el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) reportó que en 2024 se otorgaron 694 patentes a nacionales, la cifra más alta en tres décadas, pero aún limitada frente a los estándares internacionales.
En el marco del curso “Propiedad Intelectual y Patentes”, impartido por la Dra. Norma García Calderón, la especialista en PI y activos intangibles sostuvo que “la propiedad intelectual es como una escritura de casa o la factura de un coche, acredita que la creación es tuya y te permite aprovecharla económicamente”.
García Señaló que proteger una idea o marca no solo previene conflictos legales, sino que incrementa el valor del negocio.
En ese sentido, Uraga Peralta apuntó que la innovación protegida se convierte en un activo tangible que genera confianza entre inversionistas y abre puertas a nuevos mercados. “Innovar sin protección legal es como construir una casa sobre arena: se corre el riesgo de que alguien más registre o comercialice la idea antes que su verdadero creador”, advirtió.
En Ensenada, marcas, procesos de fermentación y recetas innovadoras pueden transformarse en activos económicos que fortalecen la competitividad y la exportación. “En tiempos donde la competitividad depende de la capacidad de adaptarse y anticiparse, innovar sin proteger es arriesgar el futuro”, concluyó
Uraga.
Como parte del impulso al emprendimiento local, la plataforma Aprende BC ofrece el curso gratuito “Propiedad Intelectual y Patentes”, impartido por la Dra. Norma García Calderón, especialista con más de 25 años de experiencia en patentes, marcas, derechos de autor y vigilancia tecnológica.
Disponible para cualquier persona interesada en proteger sus creaciones, el curso busca que los emprendedores y empresarios de Ensenada aprendan a convertir la innovación en valor económico real y a fortalecer la competitividad de la región a través de la protección de sus ideas.

