- “Las bicicletas y las ciclovías siempre serán posibles; son un modo de transporte prioritario”, afirma Jorge Gutiérrez Topete, director del Instituto de Movilidad Sustentable
En entrevista, el director del Instituto de Movilidad Sustentable de Baja California, Jorge Gutiérrez Topete, reflexionó sobre las condiciones actuales para el uso de la bicicleta en Tijuana y la necesidad de replantear la forma en que se concibe la movilidad urbana.
“Las bicicletas, las ciclovías, siempre serán posibles. Son un modo de transporte prioritario. Acuérdate de la pirámide de las movilidades: primero los peatones, luego la bicicleta, después el transporte público, la carga y, al final, los automóviles y las motos”, comentó el funcionario al explicar cómo debería estructurarse la jerarquía del transporte en las ciudades.
Sin embargo, Gutiérrez Topete reconoció que la infraestructura ciclista actual no siempre responde a las necesidades reales de conectividad. “Por ejemplo, la ciclovía que está en Tijuana se usa muy poco porque no responde a ninguna conexión con un sistema de transporte. No basta con construir una ciclovía, debe integrarse con otros modos de movilidad”, señaló.
El director puso como ejemplo el modelo de Ecobici de la Ciudad de México, en el cual las estaciones se ubican estratégicamente cerca de paradas de transporte público y zonas peatonales. “Ecobici es parte del sistema de transporte de la ciudad. Las bicicletas no están hechas para que vayas de tu casa al trabajo directamente, sino para cubrir la ‘última milla’, ese tramo que conecta tu trayecto entre el transporte público y tu destino final”, explicó.
Sobre la posibilidad de replicar un esquema similar en Tijuana, consideró que existen zonas con potencial. “Es un proyecto viable, sobre todo en la zona de Agua Caliente, donde no hay pendientes significativas a un kilómetro a la redonda. Es un entorno favorable para fomentar el uso de la bicicleta”, dijo.
Gutiérrez Topete subrayó que la clave está en entender la movilidad sustentable como una estrategia integral, no como un conjunto de obras aisladas. “La bicicleta debe verse como una extensión del transporte público, no como un lujo o una ocurrencia. La movilidad sustentable tiene que ser parte de una política de ciudad”, puntualizó.

