Algunos creen que las elecciones presidenciales de este 2018 en México son las más importantes desde 1910.
Ese año, la reelección del entonces presidente Porfirio Díaz provocó la Revolución Mexicana, que causó la muerte a un millón de personas y cambió la vida del país.
Otros en cambio otros ven a los actuales comicios como una competencia muy reñida, como pocas veces en décadas.
Pero en lo que casi todos coinciden es que este 1 de julio, cuando los mexicanos eligen al sucesor o sucesora del presidente Enrique Peña Nieto, es un proceso como no había ocurrido en casi un siglo.
En algunos meses en recorridos por el país, oficialmente la campaña empieza este 1 de abril.
Es la recta final de un proceso donde hay temas inéditos, como la participación de candidatos independientes o el voto por primera vez de 11 millones de jóvenes.
BBC Mundo te presenta cinco elementos que hacen histórica la elección presidencial de 2018 en México.
1. Elección gigante
Son cuatro los candidatos en disputa por el gobierno de México: Margarita Zavala, exmilitante del Partido Acción Nacional (PAN) y quien se presenta como independiente.
José Antonio Meade, postulado por la coalición Todos por México formada por el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), junto con los partidos Nueva Alianza (PANAL) y Verde Ecologista de México (PVEM).
También contiende Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente creada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano (MC) y el PAN.
Y el último contendiente es Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia formada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con los partidos del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES).
Este 1 de julio además de elegir presidente los mexicanos votarán por candidatos a gobernadores, un jefe de gobierno, alcaldes, concejales, regidores, juntas municipales, sindicaturas, senadores y diputados locales y federales.
Según el Instituto Nacional Electoral (INE) hay 18.311 puestos públicos en disputa, la primera vez que se eligen tantos en un solo proceso.
Hay otros números. La lista nominal de electores es de 89 millones de personas, el más alto de la historia.
Desde octubre pasado, cuando inició el período electoral y hasta el 1 de julio se estima que se difundirán cerca de 60 millones de mensajes de los candidatos en radio y televisión.
Un proceso enorme, y también caro. Según datos del INE el dinero para financiar a partidos políticos, la organización de los comicios y el gasto de las autoridades electorales será de casi 33.000 millones de pesos.
Unos US$1.800 millones, sin contar el gasto que realicen los candidatos con financiamientos privados.
2. ¿La hora de la izquierda?
En la contienda presidencial de 2018 el nombre que más se repite en medios tradicionales y redes de internet es Andrés Manuel López Obrador.
Por ejemplo, un sondeo realizado por GLAC-Pulso en la Red del diario El Financiero revela que entre el 17 y el 23 de marzo pasados López Obrador tuvo casi 690.000 referencias en internet.
De los cuatro candidatos presidenciales es el que más se menciona en redes sociales. Y se nota en las encuestas.
Desde mediados de 2017 prácticamente todas las mediciones sobre la intención de voto ubican como puntero al candidato de Juntos Haremos Historia.
No es la primera vez que López Obrador encabeza sondeos electorales, pues en la campaña presidencial de 2006 arrancó como favorito pero oficialmente perdió la contienda.
Ahora analistas políticos como Sergio Sarmiento ven un escenario distinto. “Si no comete errores tiene segura la presidencia, pues no lo rebasarán” sus contrincantes, dijo al diario Reforma.
Una ventaja del candidato en esta contienda es que algunos de sus antiguos adversarios están en su equipo.
Y además mantiene una nueva actitud: a diferencia de campañas como 2006, ahora López Obrador procura alejarse de controversias.
Su mensaje es, suele decir, “de amor y paz”.
3. Un fantasma reaparece
Un tema tabú en México, desde que se prohibió en 1933, regresa en los actuales comicios.
Se trata de la reelección, que durante décadas se mantuvo ajeno a la discusión política, hasta 2014 cuando cambiaron las leyes electorales. Este año se permite que alcaldes, diputados y senadores contiendan en la campaña para ocupar de nuevo el mismo puesto. Son, por ahora, los únicos autorizados para hacerlo.
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Pero a diferencia de lugares como Estados Unidos, donde los legisladores pueden reelegirse durante décadas incluso, en México sólo se permite por un máximo de 12 años.
Sin embargo hay pocos candidatos para la reelección.
De las miles de posiciones en disputa unas decenas buscarán de nuevo el voto de sus electores.
El número definitivo se conocerá en las próximas semanas cuando el INE termine de revisar los expedientes de los precandidatos.
4. El drama de los “independientes”
Durante 66 años en México la única forma de participar en una elección era con el respaldo de un partido político.
Los candidatos independientes fueron prohibidos en 1946 por el entonces presidente Manuel Ávila Camacho.
Desde entonces hubo algunos intentos de ciudadanos por contender en los comicios, pero su participación fue decretada ilegal.
El candado se abrió con la reforma electoral de 2012. Este año se registraron 48 personas como candidatos independientes a la presidencia del país.
Para contender debían conseguir el apoyo de al menos 866.593 personas con derecho a voto, a quienes se escaneó su credencial de elector con una App del INE.
Al final sólo tres candidatos llegaron a la meta pues entregaron casi el doble del respaldo necesario:
- El gobernador con licencia de Nuevo León Jaime Rodríguez, “El Bronco”;
- el exsenador Armando Ríos Pitter, “El Jaguar”,
- Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón.
Los tres, por cierto, fueron militantes de partidos políticos antes de presentarse como “independientes”.
Pero los dos primeros quedaron descalificados. El INE rechazó la mayor parte de los apoyos de “El Bronco” y “El Jaguar” porque resultaron falsos.
Y aunque a la esposa de Calderón se le rechazó por irregulares el 45% de sus apoyos, los que restaron fueron apenas suficientes para validar su registro.
La decisión del INE causó controversia. Muchos, como la activista María Elena Morera, presidenta de la organización Causa en Común, pidieron descalificar a la candidata.
“Margarita Zavala hizo trampa, aunque le alcanzó. Fue una vergüenza este proceso”, escribió en Twitter.
5. La balanza “Millennial”
Ellos pueden definir el destino de la elección presidencial. Se trata de 12 millones de jóvenes que este 1 de julio votarán por primera vez.
De acuerdo con especialistas su participación puede ser fundamental, no sólo por el número que representan sino porque la mayoría no tiene una preferencia política específica.
Según académicos como Macarita Elizondo, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es en esta parte de la población donde los partidos y autoridades electorales deben concentrar su atención.
Y un elemento adicional: la mayoría de estos votantes primerizos pueden estar ajenos a las descalificaciones entre los candidatos.
Un ejemplo es la acusación contra López Obrador de que, si gana los comicios, aplicaría un gobierno similar al del polémico expresidente Luis Echeverría (1970-1976).
En ese período el país padeció el inicio de una grave crisis política que empezó a superar dos décadas después.
Pero a los jóvenes el nombre del exmandatario nada les dice, afirman analistas como Ana Paula Ordorica.
“Asustar con que López Obrador implica el regreso de Echeverría es hablar sobre algo que no comprenden” estos electores, escribió en el diario El Universal.
Los candidatos presidenciales, entonces, necesitan el fiel de estos jóvenes para inclinar para ellos la balanza electoral.