La activista LGBTTTI María Guadalupe Hernández Flores, cuyo cuerpo fue encontrado en una fosa en el municipio de Coroneo el 21 de marzo, fue asesinada de un disparo en la cabeza, informó la Procuraduría de Justicia del estado.
La PGJE dio a conocer que ya cuenta con líneas de investigación sobre este homicidio, pero no dio detalles.
La activista por los derechos humanos y de género, originaria de Parácuaro, Michoacán, había sido vista por última vez el 11 de marzo cuando salía de viaje en autobús y estaba reportada como desaparecida, según han denunciado varias organizaciones y activistas.
Su cuerpo fue localizado el 21 de marzo, semienterrado en un predio de la comunidad Arroyo del Durazno en Coroneo, en estado de descomposición.
Esta comunidad se encuentra en los límites con Michoacán. Por ahí pasaron algunas personas con un perro, mismo que descubrió los restos.
El cadáver de la activista de 37 años de edad permaneció en el Servicio Médico Forense hasta el 24 de marzo, cuando fue identificada.
La Procuraduría informó a Apro que el resultado de la autopsia determinó que falleció por heridas producidas por arma de fuego en el cráneo, lo que quedó consignado en la carpeta de investigación 29481/2018-3.
También conocida como Kleo o Lucrecia, María Guadalupe Hernández fue maestra egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Autónoma de Querétaro. Hacía activismo por los derechos de las mujeres y la comunidad LGBTTTI en diversos foros y organizaciones, como La Tortillería Queretana, lo mismo que en diversas marchas y congresos por la igualdad de derechos, en los que denunciaba lo que definía como la doble laceración de derechos en perjuicio de las mujeres lesbianas.