Autoridades estadounidenses han alertado un grave peligro climatológico ante el temporal de lluvia, nieve y feroces vientos que comenzaron a azotar hoy la costa este de Estados Unidos y que también influyen en el clima de México.
Y es que en solo 24 horas, varias zonas como Massachusetts, Nueva Jersey o Nueva York, han sufrido una brusca caída de presión atmoesférica; eso quiere decir que una posible ciclogénesis explosiva podría ocurrir la noche de este viernes, de acuerdo al portal especializado AccuWeather.
Boston and the Cape are going to get absolutely hammered. Hurricane force wind gusts look likely at this point – coastal flooding will be a major issue.
Ese temporal de nieve y lluvias se ha convertido en un ciclón bomba y seguirá trayendo más vientos dañinos, tormentas y nevadas húmedas mientras las inundaciones costeras aumentan, sobre todo para la costa de Nueva Jersey.
Esta tormenta sería la segunda de mayor intensidad después de la ocurrida a principios de enero en Nueva York.
A medida que la presión barométrica continúa cayendo, la cobertura del área de los fuertes vientos aumentará.
Los peligros ante el ciclón bomba
Para toda la ciudadanía se informa que los cortes de electricidad se extenderán de hoy viernes a sábado, por lo que es muy recomendable que tengan linternas que funcionen, así como baterías o que estén cargadas. Lo mismo para los celulares.
Los fuertes vientos son capaces de derrumbar árboles, causar daños en viviendas y hacer que los objetos sueltos se conviertan en proyectiles.
Así mismo, la tormenta podría provocar que las olas a lo largo del litoral nordeste de EE.UU. alcancen alturas de 1,2 a 2,4 metros, algo que aumentaría el riesgo de provocar inundaciones.
La ‘bomba ciclónica’ afectaría a la costa atlántica estadounidense y la zona más golpeada sería desde Long Island (Nueva York) hasta Nueva Inglaterra.
Es posible que nieve mucho más pesada caiga en la ciudad de Nueva York, quizás hasta el sur de Filadelfia. Una cuestión de un par de grados Fahrenheit puede hacer una diferencia.
Los automovilistas de Filadelfia a la ciudad de Nueva York deben estar preparados para cambiar las condiciones de las carreteras, que van de húmedas a fangosas y tal vez cubiertas de nieve a medida que disminuye la luz del día.
Los puentes y los pasos a desnivel serán los primeros en volverse resbaladizos.