Las Palmas de Paco Jémez arrancó este jueves un sorprendente empate contra Barcelona (1-1) y aprieta la pelea por LaLiga.
Atlético de Madrid se queda a cinco puntos de Barcelona antes de visitar el próximo domingo el Camp Nou en un duelo emocionante.
Jonathan Calleri neutralizó de penal la ventaja del Barsa que había marcado por mediación de Lionel Messi de libre directo. La Liga está viva.
Recobró aliento de la forma más insospechada, con un penal por mano de Lucas Digneseñalado por Mateu Lahoz que cerró dos años sin penas máximas en contra del Barcelona. Era lógico que costara puntos cuando le pitaran uno.
El líder jugó mal, arbitraje al margen, y mereció el empate tanto como Las Palmas, la mejor versión del equipo canario en lo que va de temporada. Se puede soñar con la salvación.
Arriesgó con la alineación Ernesto Valverde, metiendo a Luis Suárez en el once pese a la amenaza de sanción. El uruguayo ya demostró en Copa que es capaz de medirse cuando la situación lo requiere, y no estaba el asunto para hacer muchas concesiones después de la victoria contundente del Atlético (4-0 a Leganés).
Así que Suárez, junto a su vecino, Messi, y Andrés Iniesta entraron al partido a todo trapo para liquidarlo cuanto antes. Resultado: 0-1 a los 21 minutos y tres de los cuatro zagueros canarios amonestados.
Llegó el gol a balón parado, en la segunda falta próxima a la frontal, ideal para Messi. A la primera, colocada por encima de la barrera, respondió bien Chichizola, junto al palo. En la segunda cambió de palo y sorprendió al meta con un remate violento a su escuadra. Imposible.
Empeñado en ampliar el repertorio, el argentino es casi tan letal con una barrera de por medio como sin ella. Los negros precedentes frente al Barsa no desanimaron a Paco Jémez. Quién dijo miedo.
Ordenó sacar la pelota jugada siempre y los futbolistas canarios sortearon con nota la presión alta blaugrana. Llegaron además con cierta frecuencia al área contraria, pero sin claridad en el remate.
Un buen zurdazo de Halilovic que no pudo embocar Gálvez en el otro palo, y un servicio estupendo de Vicente que Calleri bajó con el pecho y remató a las nubes fueron las mejores opciones canarias, con poca puntería. La grada, eso sí, estaba entretenida reclamando al árbitro. Mateu no contentó a nadie.
Empezó castigando cada falta en el ataque del Barsa como amarilla. Después no consideró una mano de Iniesta en un centro de Aguirregaray. Según el reglamento hay que hacer intención de golpear con la mano. Correcto. Pidió Paulinho un penal por agarrón, y todo el Barsa al borde del descanso una mano de Chichizola fuera del área. Innegable.
Eso sí, le dio tras tocar antes con el pie, tras un rechace. La protesta de Valverde, al descanso y camino del vestuario, no surtió efecto, porque al poco de iniciar el segundo tiempo el colegiado valenciano cobró un penal extraño. Posiblemente lo hubo de Sergi Roberto sobre Aguirregaray, que cabeceó al palo, pero dio la impresión de castigar la mano de Digne a rebote del poste. Si es voluntaria o no queda a interpretación del colegiado.
Convirtió Calleri con una clase excepcional, colocando en la escuadra. Total, Mateu acabó con dos años sin penales en contra del Barsa, desde el 14 de febrero de 2016. Y claro, las protestas ante lo extraordinario estuvieron en consonancia.
No dijo ni “mu” Suárez, punto positivo en comportamiento. El caso es que el partido estaba empatado, así que exigía respuesta de Valverde. Philippe Coutinho e Ivan Rakitic al verde por Aleix y Paulinho.
De entrada, el brasileño ya ofreció desborde, y el croata, blindaje en el centro del campo. El Barsa ganó consistencia y sufrió menos, pero tampoco generó demasiado en ataque. Hay que aclarar que no hubo noticias de la blandura de la defensa canaria.
Al revés, Gálvez rozó la roja al interceptar a Messi con una entrada por detrás. Durísima. Entró Dembélé para abrir más el campo, pero en la izquierda tuvo mala pareja de baile con Aguirregaray. Enorme el uruguayo.
El partido ganó al final en emoción lo que no había tenido de calidad. Acabó Barcelona embotellando al contrario, que se defendió con un orden desacostumbrado en la temporada.
Crecido en el castigo, el equipo amarillo se dispuso a resistir incluso los seis minutos de prolongación. Un buen centro de Sergi Roberto sin rematador y un disparo blando de Dembélé rechazado por Chichizola fue lo más claro del tramo final.
Mal bagaje, en juego y puntos, frente a un equipo heroico, que acabó incluso con un córner a favor. La que nos espera el domingo. Media Liga se juega en el Camp Nou.