El gerente de práctica legal del Grupo Farías, Iván Argote, denunció que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) se encuentra realizando malas prácticas con numerosas verificaciones simultáneas a un domicilio fiscal.
Explicó que representantes de la dependencia acuden a domicilios fiscales que cuentan con varios contribuyentes, con la intención de verificar que todo se encuentre en orden, lo cual es permitido por la ley siempre y cuando sea una por día, y por contribuyente.
El problema, argumentó, es cuando el representante legal de dicho domicilio no está presente, y es en ese momento que no se presenta la información completa, y en menos de 24 horas el fisco aplica una cancelación de sello digital.
Todo esto no caería en una especie de «terrorismo fiscal» si los representantes del SAT permitieran presentar la información que solicitan, lo cual en muchas de las ocasiones no sucede.
«Llévame a cabo 12 verificaciones simultáneas, pero dame una oportunidad de presentarte toda la información, requiéremela, sé específico en la información que requieres, no lo dejes a que el contribuyente decida qué es lo que sí y que es lo que no», denunció.
De acuerdo a Argote, el artículo 10 del código establece los requerimientos para que un domicilio fiscal pueda ser considerado como tal, pero cuando el fisco indica que no se cumple con el ejercicio de dicho artículo, no especifica el porqué, y una vez clausurado, las aclaraciones pueden tomar hasta 10 días para verificar la información a pro de los contribuyentes, lo que genera pérdidas por el tiempo sin operaciones.
«Viene siendo parte del terrorismo fiscal. Están ahorcando contribuyentes, ¿para qué los ahorcas? ¿Para qué los llevas al exceso? Cancelarles certificados del sello digital, y es a un criterio que está teniendo el fisco», cuestionó.
Para evitar mayores problemas, Argote recomendó tener siempre a la mano toda la información posible del domicilio fiscal, desde acreditación de pagos, contrato de arrendamiento y constancias, así como grabar a los visitantes, no con la finalidad de exhibirlos, sino de documentar el proceso en el que llevan a cabo su trabajo.