En los próximos días tendrá lugar un hecho histórico en Cuba, cuando por primera vez en casi seis décadas la familia Castro ceda el poder, de manera pacífica, y abra paso a nuevos dirigentes que ni siquiera habían nacido al triunfo de la revolución en 1959.
Durante la semana, la Asamblea Nacional elegirá a los 31 integrantes del Consejo de Estado, dentro de ellos al nuevo presidente, al primer vicepresidente, cinco vicepresidentes y un secretario, en medio de gran expectación porque el nuevo gobernante no llevará el apellido ni la sangre de los Castro.
Las decisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular se darán tras sucesivos gobiernos de la conocida “generación histórica” de la revolución, primero con el fallecido líder Fidel Castro al mando y luego con su hermano Raúl que resolvió entregar el poder este 19 de abril.
Procedente de una familia de hacendados gallegos, Fidel Alejandro Castro Ruz, más conocido como Fidel Castro, nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, en la provincia de Holguín, en el este de la isla de Cuba, donde estudió derecho en la Universidad de La Habana y se doctoró en 1950, según su biografía oficial.
Se inició en la vida pública como político opositor, pues su ideología izquierdista le llevó a participar desde muy joven en actividades revolucionarias, como la sublevación contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en Santo Domingo (1947).
Fidel militó en el Partido del Pueblo Cubano y fue de los primeros en denunciar el carácter reaccionario e ilegítimo del régimen de facto establecido tras el golpe de Estado de Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952.
El 26 de julio de 1953, a sus casi 27 años de edad, Fidel lideró una revuelta contra el régimen de Batista, al irrumpir en el Cuartel Moncada en la ciudad de Santiago de Cuba para tomarlo. El intento fracasó y Castro fue detenido, enjuiciado y condenado a 15 años de prisión, junto con otros insurgentes.
En el juicio, el joven abogado asumió su propia defensa pronunciando el alegato conocido como “la historia me absolverá”, en el que esbozaba el programa de la revolución en ciernes.
Tras casi dos años en prisión, Fidel fue liberado gracias a una amnistía general en mayo de 1955 y meses después se exilió en México, desde donde continuó planeando la insurrección armada.
En diciembre de 1956, Fidel regresó a Cuba con el objetivo de invadir la isla junto con varios guerrilleros, entre ellos Ernesto «Che» Guevara, Juan Almeira y otros militantes del Movimiento 26 de Julio, pero la intención vuelve a fracasar.
Entonces, los guerrilleros comienzan en la Sierra Maestra una guerra de guerrillas contra el régimen de Fulgencio Batista Zaldívar, quien finalmente huye tras ser derrotado por Castro con lo que la Revolución Cubana triunfa, el 1 de enero de 1959. Fidel y los demás insurgentes entran victoriosos a La Habana el 8 de enero.
El 3 de enero de 1959, el nuevo presidente cubano, Manuel Urrutia, nombró a Fidel Castro comandante en jefe de las Fuerzas Armas y el 13 de febrero de ese mismo año fue designado como primer ministro del país y éste a su vez declaró a su hermano Raúl como su segundo y al «Che» Guevara como tercero.
El 2 de diciembre de 1976, Castro fue electo presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, puesto que ocupó hasta su renuncia por problemas de salud el 24 de febrero de 2008, aunque mantuvo su cargo de primer secretario del Partido Comunista desde 1965 hasta 2011.
Entonces, su hermano Raúl, quien le había sustituido interinamente debido a sus problemas de salud, fue elegido por la Asamblea Nacional del Poder Popular como el nuevo jefe de Estado, convirtiéndose en el vigésimo tercer presidente de Cuba.
Raúl, militar, político y hermano menor de Fidel Castro, también combatió contra la dictadura de Fulgencio Batista entre 1956 y 1959 y tras el triunfo de la Revolución, se dedicó a dirigir las Fuerzas Armadas de Cuba como ministro hasta 2008.
En 1953, cuando tenía 22 años de edad, Raúl se unió al movimiento dirigido por su hermano Fidel dentro del Partido Ortodoxo, que luchaba contra la dictadura de Batista y participó en el fracasado asalto al Cuartel Moncada, considerado como la gesta inicial de la revolución.
Tras el fracaso del asalto, Raúl fue apresado y condenado a 13 años de prisión, pero también fue liberado en mayo de 1955 gracias a la amnistía general, por lo que se trasladó a México, donde ayudó a su hermano a captar adeptos y a organizar el movimiento insurreccional.
Tras un periodo de adiestramiento militar en las afueras de la Ciudad de México, el 25 de noviembre de 1956, Raúl, Fidel y 82 de sus camaradas zarparon a bordo del yate Granma hacia Cuba con el objetivo de iniciar la revolución. A su llegada a la provincia de Oriente fueron repelidos y la mayoría de los insurgentes resultan muertos.
Los hermanos Castro y otros 10 de sus compañeros, entre ellos el «Che» Guevara y Camilo Cienfuegos, lograron huir y refugiarse en la Sierra Maestra para comenzar la lucha que los conduciría a la toma del poder.
Tras el triunfo de la revolución, Raúl ocupó cargos de alta responsabilidad en el Ejército y en el gobierno hasta quedar situado, desde 1976, como el sucesor natural de Fidel Castro.
Raúl, quien anunció la muerte del líder histórico de la revolución el 25 de noviembre de 2016, dejará la Presidencia el 19 de abril, tras dos mandatos de cinco años, pero seguirá siendo una figura relevante ya que se mantendrá hasta el 2021 como primer secretario del Partido Comunista.