Derivado de una solicitud de Osvaldo “N”, de 21 años, quien señala a un sacerdote de la Diócesis de Mexicali de abusar sexualmente de él cuando tenía 14 años, un juez local ordenó que se reabriera la carpeta de investigación que está bajo el número único de caso 0202-2016-49200, misma que se había archivado al haber prescrito los delitos referidos, ya que pasaron 6 años entre los actos y la querella en contra de Jesús Antonio “N” de 50 años.
En su denuncia, el ahora joven profesionista refiere que tenía 14 años cuando fue víctima de abuso sexual por el presbítero diocesano, quien prestaba sus servicios en la parroquia Divino Niño del fraccionamiento Villas del Rey y desde hace 7 años está tratando que se haga justicia, ya que no solo es él, sino que varios niños fueron atacados por el mismo cura.
Pero esta justicia no ha llegado porque las autoridades de la Diócesis de Mexicali protegen al sacerdote acusado por el delito de pederastia desde el 2013, ya que lo cambiaron a otra parroquia en la misma capital del Estado, incluso media docena de sacerdotes se fueron turnando para que con la promesa de intervenir se fuera difiriendo el caso a lo largo de 3 años, hasta llegar con el Obispo, pero no pasó nada.
De la PGJE se informó que dicho caso se mandó a archivo al extinguirse la acción penal por el delito de abuso sexual, pues fue hasta el 2016 que se interpuso la querella.
Al reabrirse el caso son cuando menos ocho los integrantes de Diócesis que están referidos en la carpeta de investigación y que conocieron del delito y no actuaron.
En el expediente se anexa un intercambio epistolar entre la Diócesis de Chihuahua a la de Mexicali en la que hace referencia a que cuando menos seis sacerdotes más y el vicario sabían lo que estaba pasando con el señalado y los abusos que cometía.
También copias de los documentos que se dirigieron al Tribunal Eclesiástico en relación con el abuso sexual perpetrado por el mismo sacerdote en contra de otro menor y de cuya familia era amigo.
Ante la presencia de un depredador sexual investido de sacerdote, un cercano al caso en la PGJE, indicó que lo más importante es interponer las denuncias para evitar que siga actuando, toda vez que la impunidad los hace ser más constantes en sus ataques y no se sabe a cuántos niños ha dañado en todos estos años.
la voz de la frontera