- Ray Donovan asegura que desde que Caro Quintero salió de la prisión «ha vuelto al negocio, el contexto ya no es el mismo, pero desde luego ha vuelto a traficar»
Rafael Caro Quintero es la prioridad número uno de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés). Para ellos, este asunto es meramente personal.
Así lo reveló el agente especial Ray Donovan, en entrevista exclusiva con Diario El País, y es que, pese a la captura y sentencia de Joaquín El Chapo Guzmán, la DEA no se olvida de otros narcotraficantes, especialmente de Caro Quintero.
“Caro Quintero es el narco más buscado de la DEA, es algo personal”, advierte Ray Donovan, jefe de la Agenciia Antidrogas Estadounidense en Nueva York. https://t.co/gbrY1qrqPC vía @elpais_inter
— Pedro Mellado R. (@PedroMelladoR) 21 de julio de 2019
El actual jefe de la Agencia Antidroga de Nueva York, Donovan, asegura que tras la sentencia del ‘Chapo Guzmán’, “el cartel del Sinaloa sigue controlando la mayor parte de los mercados de distribución en Estados Unidos”.
La gente piensa en El Chapo, pero tenemos ahí a Ismael El Mayo Zambada [a quien, junto a Guzmán, se le ha considerado el hombre más poderoso del cartel de Sinaloa], a los hijos de El Chapo, Iván y José Alfredo, también a su hermano(…) El Mayo es el nuevo líder, pero para nosotros hay otra persona muy importante, Rafael Caro Quintero”.
Como detalla El País, “la cara del agente cambia cuando pronuncia el nombre del conocido como el Narco de Narcos”, y es claro en afirmar que es la prioridad número uno de la DEA:
La prioridad número uno de la DEA es Rafael Caro Quintero, mató a uno de nuestros agentes, Kiki Camarena (…) también están los hijos de El Chapo, obviamente, y otros, todos están en nuestra web, pero para nosotros Rafael Caro Quintero es algo personal”.
Enrique (Kiki) Camarena era un agente encubierto de la DEA que operaba en México en la década de los ochenta.
En 1985 fue secuestrado por el cartel de Guadalajara y torturado con gran sadismo, de acuerdo con El País, un médico le mantenía con vida para prolongar su sufrimiento, y cuando encontraron el cadáver el examen desveló que había sido castrado y enterrado con vida”.
En 2013 un jurado consideró que había un defecto de forma y liberó a Caro Quintero de la prisión, en donde debía estar recluido 40 años, pero de los que sólo cumplió 28.
Donovan asegura que desde que el narcotraficante salió de la prisión “ha vuelto al negocio, el contexto ya no es el mismo, pero desde luego ha vuelto a traficar”.