La participación de Tigres en la actua edición de la Liga de Campeones de Concacaf tuvo un lamentable final al permitir dos goles en los últimos minutos.
Todo parecía ir bien, a pesar de un once inicial presentado, que generó algunas dudas, por mostrar a elementos que no están acostumbrados a jugar juntos.
En un mismo 11 estaban Larry Vásquez, Carioca, Kolo, Ayala, Meza y Torres Nilo. ¿Cómo iban a colocarse en el campo? La pregunta fue respondida pronto: jugaron con 3 defensores centrales, eran Meza, Ayala y Kolo. Por izquierda jugó Torres Nilo y por derecha Jürgen Damm, y lo interesante llegó en el mediocampo donde se formaba un rombo.
Larry Vásquez estuvo como mediocentro, Carioca interior por izquierda y Zelarayán interior por derecha, Ismael Sosa como mediapunta para completar el rombo y Enner Valencia estuvo como centro delantero.
Tigres se fue arriba en el marcador 0-1 con un gol de Francisco Meza en tiro de esquino aprovechando la segunda jugada prácticamente solo para empujar el balón. Herediano inició mal el juego, Ricardo Ferretti le estaba ganando la partida táctica a Soto quien inició con línea de 5, pero corrigió para sacar a Ruíz y tener un delantero más, un defensa menos y tratar de incomodar mediante la posesión del balón.
Herediano mejoró bastante para cerrar el primer tiempo, e incluso la segunda parte tuvo tiempo de dominio sobre Tigres, quienes se veían algo cómodos con la ventaja 0-1. Herediano llegaba, se ubicaba cerca del área de Tigres, pero una buena jugada que se dio por un pase al espacio y un gran centro de Damm a Zelarayán significó el 0-2. Faltaba lo malo.
Apenas cinco minutos después de irse arriba 0-2, Ferretti hizo un cambio con tendencia defensiva: sacó a Damm y metió a ‘Chaka’ Rodríguez, cambiar un “carrilero”, que tiene mucha más profundidad, por un “lateral” para cuidar la ventaja. ¿Fue un error? Creo que sí. Entiendo la necesidad humana de querer guardar la ventaja, pero el partido estaba para dos cosas: la primera es recuperar el centro del campo, la segunda tratar de ampliar la ventaja contra un equipo que estaba dejando espacios. Entonces: había que atacar por dentro.
Se cometieron muchas faltas cerca del área, hubo muchos errores individuales. Un penal infantil que fue el 1-2, malas salidas del arquero con los pies y una mala salida en un balón parado que provocó el 2-2. Parece que Tigres se mostró confiado, como si ya hubieran obtenido algo cuando todavía quedaban 30 minutos de juego más el partido de vuelta.
Herediano llegará al Volcán confiado, listo para encerrarse y contragolpear a un Tigres desesperado. Realmente el resultado en Costa Rica fue muy malo por la forma en que se dio, ¿qué hará Ricardo Ferretti al respecto?
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