Estados Unidos confirmó la incautación de un enorme petrolero frente a las costas de Venezuela, en lo que autoridades describen como la intervención marítima más grande realizada hasta ahora contra embarcaciones vinculadas a operaciones ilegales.
La acción fue ejecutada por la Guardia Costera con apoyo de la Marina estadounidense, reforzando la estrategia de Washington para contener el comercio ilícito de petróleo y presionar al gobierno de Nicolás Maduro. La administración estadounidense afirmó que se trata del “petrolero más grande incautado hasta la fecha”, señalando que se preparan nuevas medidas contra redes dedicadas al tráfico energético.
Con esta operación, Estados Unidos busca cerrar fuentes clave de financiamiento relacionadas con el petróleo venezolano, lo que incrementa la tensión diplomática y reconfigura el panorama de seguridad en el Caribe y América Latina.
