Las primeras líneas de investigación en torno al asesinato del alcalde de Tacámbaro, Salvador Bastida García, y su escolta, Pastor Cortez Álvarez, apuntan a un ataque perpetrado desde el interior del vehículo oficial, a manos de un presunto asesino solitario que viajaba con las víctimas.
De acuerdo con fuentes cercanas a la indagatoria citadas por Excélsior, el agresor se encontraba en el asiento del copiloto y disparó en al menos cinco ocasiones con un arma calibre 9 milímetros contra Bastida y Cortez, ambos con heridas de bala en la cabeza a corta distancia. Todos los casquillos quedaron dentro de la camioneta, lo que refuerza la hipótesis de un ataque directo sin confrontación externa.
“El vehículo del alcalde era blindado; la única manera de atacarlo de forma letal con ese calibre era desde dentro, sin que mediara el blindaje”, detalló uno de los investigadores. La unidad no presenta impactos de bala en su exterior ni en los cristales.
Los hechos ocurrieron la noche del jueves, alrededor de las 23:15 horas, en la calle Fuerte de Loreto, al sur de Tacámbaro. Vecinos del lugar declararon haber escuchado los disparos y observaron a un hombre descender del lado del copiloto, dejando la puerta abierta. Testigos aseguran que no se trató de un enfrentamiento, sino de una ejecución clara y directa.
Los cuerpos del presidente municipal y su escolta fueron entregados a sus familiares al mediodía del viernes, y actualmente son velados en una funeraria privada, donde decenas de ciudadanos han acudido a expresar sus condolencias.
Salvador Bastida, conocido popularmente como “Chavo”, militó en el PRI hasta principios de 2024, cuando renunció tras no obtener la candidatura a la alcaldía. Fue entonces postulado por la coalición PT-Morena, con la que logró el cargo por segunda ocasión, tras haber gobernado previamente de 2008 a 2011.
Durante su gestión reciente, Bastida enfrentó polémicas como la designación de un tesorero municipal con antecedentes penales en Estados Unidos, lo que derivó en una investigación de la Fiscalía General de la República, cuyos resultados aún no se conocen.
La Fiscalía de Michoacán no ha emitido información oficial sobre la identidad del agresor ni sobre avances concretos del caso. Mientras tanto, en Tacámbaro, crece la tensión e incertidumbre por un crimen que sacudió a la administración local y a toda la comunidad.