«Con el fin del sexenio también terminará el cuento de hadas», escribió el periodista mexicano Salvador García Soto en una columna publicada este jueves en El Universal.
Según sus fuentes, Enrique Peña Nieto, que dejará la presidencia de México el próximo 1 de diciembre, se está separando de su esposa, la actriz Angélica Rivera. Es más, sostiene que ya iniciaron los trámites de divorcio.
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«Ya se había decidido hace unos meses que, una vez que terminara el gobierno, cada uno seguiría por su lado», sostuvo García Soto. Según el periodista, ya estaban separados de hecho desde hace dos años. «Rivera ya no vivía en la residencia oficial de Los Pinos», dijo.
Se habían casado el 27 de noviembre de 2010, cuando el político del PRI era gobernador del Estado de México y aspiraba a ser candidato a presidente del partido. El sueño se concretó el 1 de diciembre de 2012, y Rivera pasó a ser la primera dama.
Ella tenía una larga trayectoria como actriz, en la que destacó en diversas telenovelas. Ya había estado casada con el productor José Alberto Castro, padre de sus tres hijas. Se divorciaron en 2008.
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La primera dama había llamado la atención del público con las declaraciones que realizó dos semanas atrás, durante la primera entrega del premio Luz de Plata a la trayectoria cinematográfica. En su discurso, agradeció a su esposo por ser una persona sensible para ayudar al arte y al talento.
«Gracias amor, por tu amor y por tu ayuda y tu gran sensibilidad para apoyar el arte y el talento que ha dado México y que nos hace sentir tan orgullosos. ¡Te casaste con una actriz!», exclamó.
Rivera ha sido polémica durante todo el gobierno de Peña Nieto. Primero por el escándalo de la casa blanca de más de USD 7 millones que compró bajo condiciones preferenciales a un contratista del gobierno, y que tuvo que cancelar ante las críticas que despertó.
Sus constantes viajes sin su marido a Miami, donde tiene un condominio de lujo, y sus salidas con amigas, también le han valido una serie de titulares. La última vez se le vio en un exclusivo restaurante de París, donde su personal de seguridad golpeó a un periodista de la cadena Univisión que intentaba acercarse y tomar unas imágenes.