El viernes pasado, autoridades argentinas rescataron a un hombre de 91 años de edad que era explotado por el dueño de un campo. Su jefe también le retenía la jubilación.
Clarín reporta que este hombre trabajaba como peón en un campo del sur de Santa Fe y recibía 200 pesos argentinos al mes (85 pesos mexicanos) por jornadas de 12 horas diarias.
La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) levantó la denuncia contra el patrón por trata de personas y también por quedarse con la jubilación del anciano.
El propietario del campo lo acompañaba una vez al mes para cobrar la jubilación de su empleado y quedarse con los haberes.
El sindicato señaló que este hombre llevaba doce años viviendo en estas condiciones deplorables de trabajo. “Nos decía que permanecía allí porque quería cobrar todo lo que le debía el patrón”, dijo el delegado regional Juan Flaherty.
La denuncia se hizo con el Ministerio del Trabajo de la provincia, pero el caso fue turnado a la fiscalía al tratarse de materia de causa penal, por lo que se ordenó un allanamiento de la propiedad.
Al llegar al domicilio indicado, las autoridades encontraron al trabajador viviendo “en una casa con piso de tierra, paredes sin revocar” y “un precario baño afuera”. El anciano fue trasladado a un hospital de la zona para ser evaluado por los médicos.