- El Canciller Marcelo Ebrard explicó que el documento se presentará ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de noviembre, en espera de que más naciones se unan al acuerdo propuesto por el Presidente López Obrador.
El Canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó este lunes que más de 100 países se han interesado en participar en el Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar propuesto por el Presidente Andrés Manuel López Obrador durante la reunión de seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“En este momento tenemos interés ya de más de 100 países de participar o de formar parte, o de aportar a este plan. Lo más relevante, o la relevancia de hacer un planteamiento de esa naturaleza en el Consejo de Seguridad cuando se llevan muchos años asumiéndose que la situación que el Presidente planteó, es que así es esa la situación habitual, la normal, no se debería de discutir, ya lo sabemos”, dijo el Canciller.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el Secretario de Relaciones Exteriores explicó que el documento se presentará ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la próxima semana, en espera de que más naciones se unan al acuerdo.
Marcelo Ebrard agregó que durante la reunión de seguridad de la ONU, más de 47 países tanto los que son miembros permanentes como de los que no lo son del Consejo de Seguridad, se inscribieron para participar en el plan.
“Ese mismo día en cuanto conocieron el planteamiento, más allá de los que son miembros permanentes o no permanentes del Consejo de Seguridad”, dijo.
El pasado 9 de noviembre, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se sumó al debate sobre la fiscalidad a las grandes fortunas mundiales y propuso un plan que consiste en tasar con un cuatro por ciento las grandes riquezas como receta para acabar con la pobreza.
En su esperado discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, el Presidente señaló cómo estaría compuesto este “fondo” que llamó Plan Mundial por la Fraternidad y el Bienestar”: un cuatro por ciento “voluntario” que pagarían las mil personas más ricas del mundo, otro porcentaje similar pagarían las mil empresas más grandes y los países del G-20 destinarían finalmente un 0.2 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) al fondo.