De Sonora a Veracruz, de Tamaulipas a Jalisco y de Michoacán a Baja California Sur, el recorrido que ofrecieron con sus bailes e interpretaciones la Compañía de Danza Ticuán y el Grupo Folclórico Cochimí este martes 10 de septiembre en el Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura, resultó vigoroso en cuanto a ejecución, y colorido y vistoso en expresión.
Ambos grupos brindaron un radiante espectáculo multicolor por medio de una muestra del folclor bailable de distintas regiones del país, que confirmaron el caudal inagotable de un arte eminentemente popular, cuyas raíces se hunden en un pasado remoto y en muchos casos se pierden en la profundidad del tiempo, pero que, a la vez, conserva una gran capacidad de renovación.
Si el espectáculo arrancó con danzas yaquis de pascolas y matachines, originarias de Sonora, para rematar con una versión minimalista de la célebre Danza del Venado, los bailarines pasaron en breve transición a los ritmos alegres de las polkas, picotas, redovas y chotises de Tamaulipas.
Antes de recalar en los Chaveranes de Baja California Sur, de donde también ofrecieron danzas de la sierra y de la costa, los integrantes de Ticuán y Cochimí retornaron a Tamaulipas para interpretar bailes típicos de la región Norte, para acometer luego la Danza de los Negritos de Veracruz.
De esa entidad interpretaron igualmente el baile de confrontación, que es una suerte de duelo entre el taconeo típico del tablao flamenco y el estilo igualmente recio, pero a la vez menos dramático, del taconeo veracruzano, que resulta más melódico, así como la Danza de Sotavento, que se hace acompañar del sonido característico del arpa jarocha y ritmo parecido a la Bamba.
Con su actuación en la Sala de Espectáculos, la Compañía de Danza Ticuán y el Grupo Folclórico Cochimí llevaron a un punto muy alto el Festival de la Mexicanidad que a lo largo de estos días se lleva a cabo en el CECUT para celebrar el mes de la patria y al que todavía le restan varias presentaciones estelares, entre ellas, la actuación de grupos de danza folclórica este domingo de las 12:00 a las 16:00 horas en la explanada, con entrada libre.
Este mismo mes, el viernes 20 de septiembre, la cantante Jaramar ofrecerá el concierto Mestizaje en la Sala de Espectáculos, con un estilo que desde su título mismo anuncia la fusión de ritmos. La cantante se presenta en el CECUT en el marco de las XI Jornadas Vizcaínas.
Ganadora del Grammy Latino 2016 por su disco “El hilo invisible”, Jaramar se ha presentado en los mejores foros de la Ciudad de México, como la Sala Nezahualcóyotl, el Centro Nacional de las Artes, el Lunario del Auditorio Nacional y el Teatro de la Ciudad, entre otros, al igual que en escenarios de Ecuador, Cuba, Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Portugal, Suiza, Bélgica, Holanda, Alemania e India.
Artista multifacética que comparte su creatividad entre el dibujo, la pintura, la escultura y la actuación, entre sus incursiones recientes en el cine se encuentra su participación en “Cinco de Mayo, la batalla”, una película histórica de Rafa Lara para la cual Jaramar compuso el tema principal y en la que tiene una aparición especial cantando esa melodía.
Pero aún hay más en este mes de la mexicanidad, que no podría tener otro cierre más espectacular que el recital de la soprano oaxaqueña María Reyna, quien interpretará la Ópera Mixe, bajo la dirección del Mtro. Joaquín Garzón, el sábado 28 de septiembre, a las 20:00 horas, en la Sala de Espectáculos del CECUT.
Digna embajadora de una de las culturas más antiguas y melodiosas del México ancestral: el pueblo mixe de Oaxaca, María Reyna interpretará un repertorio en lenguas mixe, mixteco, maya y español.
El recital de la soprano oaxaqueña tiene un costo de 250.00 pesos, al igual que el concierto de Jaramar, con los descuentos habituales para niños, estudiantes, maestros, afiliados al INAPAM y portadores de la tarjeta Sé Turista en Baja California.