Luego de que se registrara la muerte de una menor migrante en la Ciudad de México el pasado 17 de mayo, la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California, Melba Olvera, dijo que esta tragedia sirve de reflexión para instalar protocolos de atención para este grupo vulnerable.
“Hemos hecho mucho énfasis en que se tiene que tener un protocolo diferenciado para la atención y ayuda humanitaria de niños, niñas y adolescentes, mujeres embarazadas, personas mayores, personas con discapacidad, o cualquier persona enferma, pero cuando se trata de niños, niñas y adolescentes es muy fácil detectar que están llegando y que requieren una atención diferenciada”, detalló.
Al tratarse de menores en contexto de migración pertenecen a dos grupos vulnerables, por lo que Olvera resaltó que se necesitan atención especializada.
“El enfoque interseccional que proponen en las perspectivas de Derechos Humanos son precisamente entender que hay diferencias que ponen en contextos de mayor desventaja y que incluso son más propensos a violaciones de sus derechos humanos, no sólo perder la vida que es algo dolorosísimo y lo más drástico, sino que son más propenso a abuso sexual, castigos corporales y enfermedades”, indicó.
La presidenta dijo que mientras continúen los flujos migratorios, los menores seguirán expuestos a este tipo de riesgos por lo que es necesario implementar un protocolo diferenciado por parte de las autoridades competentes.
“El cuerpo de un niño no va a resistir lo mismo de un trayecto, una caminata de una semana, un mes, que un adulto mayor de 18 años, por lo tanto, hay medidas específicas urgentes que se deben de implementar y para esto hay instituciones públicas, que están obligadas a la garantía de derechos, también hay organizaciones de la sociedad civil que coadyuvan de manera subsidiaria”, concluyó.